Este domingo por la tarde un loberense que disfrutaba de un día de playa en Quequén se descompensó repentinamente. Fue salvado por guardavidas que le practicaron reanimación cardíaca y utilizaron el desfibrilador automático.

El loberense Pablo Ceirano (63) se desvaneció cuando ingresaba al agua en Monte Pasubio y se vivieron momentos de angustia por la situación.

El grupo de guardavidas actuó rápida y correctamente, practicando las maniobras adecuadas y utilizando el DEA del Balneario La Virazón para lograr que el corazón de Ceirano volviera a latir.

Posteriormente, el hombre recibió atención médica y fue llevado al hospital de Necochea y, luego, trasladado a la ciudad de La Plata.

Muerte en Necochea

Para el mismo momento un episodio similar, pero con consecuencias más trágicas se produjo en las playas de Necochea, a la altura de Sotavento, cuando un hombre sufrió un ataque cardíaco.

El hombre de 65 años falleció en el lugar antes que llegaran a reanimarlo. En lugar de una ambulancia, al lugar se acercó una camioneta de Defensa Civil, que de cualquier manera nada pudo hacer para asistir al fallecido.