Hace aproximadamente dos meses, el cenotafio (monumento funerario) dedicado a Jorge Kissling y Enrique Duplan sufrió, por motivos desconocidos, la caída de la columna trunca que lo coronaba. La misma, simboliza una vida que se truncó, por lo que es la parte más significativa del monumento.

El Museo de la velocidad y la empresa Irrisur SRL trabajaron en conjunto para reponer la columna a su lugar.

Desde el Museo dieron a conocer la iniciativa y agradecieron a Irrisur SRL y, especialmente, a Leandro Storti, Saúl Arredondo y Marcelo Viñas.

El monumento recuerda a quienes perdieron la vida en un accidente durante la Vuelta de Balcarce – Lobería, de Turismo Carretera, el 24 de abril de 1968.