La primavera tiene buena prensa, pero en la Argentina la podría perder si la amplitud térmica diaria sigue siendo tan marcada que obliga a pensar más de dos veces si salir a la calle vestidos de invierno o de verano. La temperatura oscila demasiado y la pregunta del millón es por qué.

El fenómeno meteorológico conocido como La Niña es un fenómeno acoplado entre el océano y la atmósfera que produce una disminución de las temperaturas en una región del Pacífico que, cuando persiste más de seis meses, genera un cambio en la circulación del aire a nivel global.

«Cuando hay fenómeno de La Niña, el aire circula distinto y esos cambios que se producen en Sudamérica en general y en Argentina en particular se caracterizan porque no llega la humedad desde el Amazonas. Cuando llegan los sistemas frontales, se encuentran con una atmósfera seca y no se forman tormentas ni se generan lluvias», explicó a Télam el meteorólogo Ignacio López Amorín.

«Llegan desde la Patagonia las masas de aire frío, no llueve porque no hay humedad y se forman heladas. La amplitud térmica de este miércoles se debe a que el ambiente está muy seco y tenemos viento Norte», agregó.

Es algo parecido a lo que sucede en el desierto: de día el infierno, de noche un glaciar, pero a escala local.

«Hace tres años que venimos con La Niña. En los últimos 120 años, pasó sólo tres veces que haya tres años consecutivos con este fenómeno», puntualizó.

El meteorólogo Cristian Garavaglia coincide con su colega: «En un contexto de tres años seguidos con de La Niña , como no hay humedad, los frentes fríos no generan lluvias y durante el día las temperaturas suben mucho. Más entrada la primavera esto se revierte».

Y contó que los efectos de la falta de humedad se sienten el el cuerpo. «Cuando duermo tengo toda la boca seca, salgo a correr y salo mucho por la sal del cuerpo», contó.

También contó que según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional sobre El Niño y La Niña, hay un 89 por ciento de posibilidades de que el fenómeno persista con sus condiciones atmosféricas asociadas lo que queda del año. Esto es, días secos con mucha amplitud térmica.

Menor humedad en la zona núcleo de la Argentina, sequías, mayor amplitud térmica, todo se relaciona con lo mismo: los efectos del cambio climático.

Según datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Pergamino, este último trimestre de 2022 es igual de seco al de 1913.

Los expertos en el tema aseguran que en 2023 ya no estará presente La Niña. Es una buena noticia, pero una golondrina no hace verano: el calentamiento global y y la problemática climática a nivel mundial siguen siendo grandes desafíos para el planeta.

 

 

 

 

 

 

Con información de Télam.