La conclusión surge de una investigación del CONICET y la Cruz Roja Argentina entre jóvenes de 15 a 25 años. Los números de la investigación realizada entre 6.000 jóvenes de 15 a 25 años alarman: el 23% estuvo involucrado en un accidente de tránsito en los últimos tres años, y el 25% consideró que es posible beber alcohol y conducir «si se tiene cuidado». Por otra parte, el 29% reconoció haber conducido bajo los efectos del alcohol, y el 38% sostuvo haber sido acompañante de un conductor alcoholizado en los últimos tres meses.
Al conocer los datos y con el objetivo de concientizar a los jóvenes de esa franja de edad sobre la responsabilidad en el consumo de alcohol y su vinculación con los accidentes de tránsito, la Cruz Roja Argentina y el CONICET Universidad Nacional de Mar del Plata participaron del proyecto «Caminos Seguros para la juventud» (Safe Roads for Youth), dirigido a chicos de Balcarce, Tandil y Río Cuarto.
Entre las principales causas de accidentes, el consumo de alcohol está a la cabeza: es un importante factor de riesgo de lesiones y muertes. Y en este contexto, los más jóvenes son un grupo especialmente vulnerable debido a sus patrones de consumo de alcohol y sus comportamientos de riesgo vial.
Jorge Ungaro, del equipo de investigación del CONICET, subrayó que «el 50% admitió haber consumido bebidas alcohólicas de manera excesiva, es decir más de cinco medidas en una misma ocasión. La conducta está asociada a la practica ritualizada de la ‘previa’ de los jóvenes durante los fines de semana, destacándose los hombres por sobre las mujeres, con un 70 % contra el 50 %, en promedio». Dentro de estas últimas, las menores de 17 años son quienes más consumen.
Luego de relevadas las principales problemáticas, las filiales locales de Cruz Roja coordinaron la implementación de iniciativas creativas desarrolladas por los mismos jóvenes para contribuir en la concientización junto a otros actores multidisciplinarios como líderes comunitarios, fuerzas vivas, instituciones gubernamentales y ONGs.
Entre ellas se destacaron actividades de formación (charlas y talleres escolares); testimonios (visitas a hospitales, testimonios de víctimas de accidentes de tránsito); intervenciones musicales y artísticas (teatro infantil y callejero, grafitis y murales) y campañas de concientización (concursos, sites, blogs, spots de televisión y radio, posters, calcomanías y folletos) y visitas a autódromos.
Dada la relevancia de la «previa», varias de las intervenciones hicieron foco no sólo en los viajes de regreso desde los boliches, sino también de los viajes hacia los mismos.
Según la Coordinadora Nacional de la Dirección de Salud de Cruz Roja Argentina, Mónica Ventura, «lo destacable de este proyecto es que fueron los jóvenes quienes propusieron acciones creativas para los mismos jóvenes, logrando así una mejor llegada en las más de 10.000 personas beneficiadas por la iniciativa
La empresa de bebidas alcohólicas francesa Pernod Ricard fue quien financió el proyecto (destinó tres millones de euros) de investigación-acción tanto en la Argentina como en Sudáfrica y Vietnam, liderado por un referente internacional en seguridad vial, Jean Pascal Assailly.
Acerca de los resultados, Assailly, consultor y especialista internacional y líder global del proyecto, reflexionó: «Pese a que los resultados cognitivos y actitudinales fueron satisfactorios, es sabido que la transmisión de los mismos no necesariamente conducen a que las personas adopten comportamientos más prudentes. Estos cambios se dan con el tiempo, por lo que resulta importante que los jóvenes cuenten con las herramientas necesarias para poder implementarlas en el futuro».