Distintas estaciones de servicio comenzaron a aplicar aumentos en sus combustibles de entre un 7% y un 5,5%. Ello implica un aumento superior al 70% en lo que va del año.

El impacto de estos aumentos ya se empieza a sentir en el consumo: según informes de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos, la venta de combustibles sufrió una caída interanual del 6,65% en septiembre. «En lo que va del año (incluyendo octubre), el aumento en las naftas le agregó 1,5% puntos porcentuales a la inflación», señaló el economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora EcoGo.

«Con el petróleo cayendo y el dólar apreciándose, no debería haber nuevos aumentos, aunque, por lo que dicen las petroleras, con el dólar a $38-40 todavía les quedaba una brecha de aumento que se ubicaba en torno al 10%», agregó el analista. La proyección de Paolicchi, respecto al impacto del 1,5% refiere solamente al incremento en surtidores.

Pero el precio de la nafta no termina en las estaciones de servicio: afecta a productos de todos los sectores, y empuja la inflación que este año podría terminar en 44%. Por ello, Damián Di Pace, director de Focus Market añadió: «La nafta impacta también sobre toda la logística de lo que es distribución de bienes en nuestra economía».