El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, lanzó formalmente este viernes su precandidatura presidencial con un acto en el estadio de Vélez Sarsfield. Fue el único orador de la jornada, y en el escenario lo acompañaron unos 200 dirigentes desde sus sillas.
Sonriente, Massa salió con euforia ante una multitud que los organizadores estimaron en más de 50 mil personas. Y según dijo al tomar el micrófono, otras 20 mil no pudieron ingresar al estadio.
Tras el show de la banda Los Totora, el diputado agradeció emocionado a los asistentes y también a su familia y colaboradores. Luego recordó que el espacio nació hace dos años con el objetivo de «poner límites a quienes se querían llevar puesta la Constitución y la Justicia».
«Les ganamos en las urnas a los que se creían los dueños de la voluntad de la gente. Queremos ser el puente al siglo XXI. Queremos poner el país en la senda del futuro y el desarrollo», dijo. Tras esas palabras, la militancia comenzó a corear el himno argentino. Massa no interrumpió y dejó que terminaran.
Entonces aseguró que sería el próximo presidente. «Porque no me resigno a vivir en un país donde el delincuente tenga más derechos que la víctima, porque me rebelo a vivir en un país con tanta pobreza», explicó.
«Voy a ser presidente porque me da asco la corrupción: los voy a meter presos porque no les tengo miedo», afirmó.
Sin nombrarlos, Massa se refirió a sus dos principales rivales en la carrera presidencial: el kirchenerismo y el macrismo. «Nos quieren vender que la Argentina está dividida en dos veredas».
En tren de promesas, habló de reformar el Impuesto a las Ganancias y los gravámenes a sectores productivos; de que la Asignación Universal se otorgue por ley con aumentos cada seis meses; de no permitir que vuelvan a las AFJP, «pero tampoco que a los jubilados los desangren todos los días con la inflación». Y agregó: «A quienes cobran planes sociales les vamos a sacar del medio a los punteros que los obligan a ir a los actos. Voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora».
Para cerrar, convocó a «a peronistas, radicales, socialistas, a militantes de partidos provinciales» a que por una vez «nos saquemos las camisetas de los partidos y nos pongamos la celeste y blanca». «Quiero pedirles a cada uno de ustedes que abran los brazos y decirles que la Argentina que viene la hacemos entre todos», concluyó.