El cuerpo de un niño, de aproximadamente dos años de edad, fue hallado en la ruta que une Miramar y Mar del Sud, por un hombre que circulaba en bicicleta y vio a un perro que estaba mordiendo lo que parecía un cadáver. Dio aviso a la Policía y se constató que le amputaron manos y pies y le extrajeron los órganos.
La fiscal Ana María Caro se hizo presente en el lugar y dispuso la realización de una autopsia para determinar las causas de la muerte de la criatura, mientras que personal de Policía Científica trabajó para buscar pruebas. De todos modos no habría dudas de que se trata de un crimen salvaje.
Según revelaron medios de la zona, la criatura tenía las manos y los pies cortados o amputados.
El informe preliminar de la autopsia practicada al cuerpo hallado a la vera de la ruta 11 arrojó datos aún más macabros y pocas posibilidades de lograr inmediatamente su identificación: al cuerpo le faltaban los órganos y aún no pudo establecerse su sexo. La primera estimación de la data de muerte habla de un lapso mayor a los diez días.
A la falta de pies y manos -seccionados por el accionar de un elemento cortante- que permitieran obtener sus huellas, se confirmó el faltante de piezas dentales que la fiscal Ana María Caro había dado como posibilidad horas después del hallazgo del cuerpo. El estado que presentaba los restos no permitió establecer las causas de la violenta muerte.
Según confirmaron fuentes judiciales, los peritos tomaron muestras para la obtención de ADN que permitan –si la investigación logra avanzar- la correcta identificación de los restos. “Uno de los profesionales que participó de las pericias iniciales en el lugar del hecho sostuvo que nunca vio algo similar en treinta años de trabajo”, indicaron.
El informe final de los profesionales podrá establecer qué tipo de heridas fueron provocadas por animales de la zona y cuáles sufrió la criatura antes del deceso. Uno de los datos que llamó la atención fue la existencia de un corte importante en la nuca que estaba suturado de una manera precaria.
El cuerpo de la criatura estaba completamente desnudo y los investigadores no hallaron ninguna prenda o manta con la que pudiese haber sido envuelto en cercanías. La hipótesis es que el o los homicidas lo arrojaron al arroyo La Totora que pasa por ese lugar y de allí fue sacado por perros.
El cuerpo fue hallado cerca de las 3 de la mañana en la ruta, por un hombre que iba en bicicleta y vio cómo unos perros mordían el cuerpo. Rápidamente, personal policial y la propia fiscal se hicieron presentes en el lugar y constataron la escena de horror: una criatura de alrededor de dos años, con distintas mutilaciones.
Fuentes judiciales y policiales confirmaron que en la zona de Miramar no existe ninguna denuncia por averiguación de paradero de un niño de esas características, por lo cual aún no tienen pistas sobre la identidad de la criatura.
Fuente: 0223.com.ar