MalvinasLa Organización de Estados Americanos aprobó en Guatemala una Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas. El objeto es encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia.

En la declaración aprobada en la ciudad de Antigua, los países americanos expresaron “su satisfacción por la reafirmación de la voluntad del Gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles para la solución pacífica de la controversia y por su actitud constructiva en favor de los habitantes de las Islas Malvinas”.

La Organización de Estados Americanos recordó la resolución adoptada por consenso el 19 de noviembre de 1988, en la que había pedido ya entonces a los gobiernos de ambos países a que «reanuden las negociaciones» y la que, un año más tarde, manifestaba su satisfacción por la reanudación de las relaciones diplomáticas.

Del mismo modo, la OEA tuvo en cuenta las resoluciones de las Naciones Unidas y las decisiones adoptadas por el Comité de Descolonización de la ONU, como así también la exposición que hoy realizó el canciller argentino Héctor Timerman.

Por este motivo, la Organización de Estados Americanos decidió que va a continuar «examinando la Cuestión de las Islas Malvinas en los sucesivos períodos de sesiones de la Asamblea General hasta su solución definitiva».

En su intervención, el canciller dijo que “la República Argentina ha apoyado todos y cada uno de los Pueblos que recurrieron a las Naciones Unidas para expresar sus derechos frente a las potencias coloniales”.

Y recordó en su exposición ante el Plenario que la Organización de Estados Americanos fue el primer organismo regional en apoyar a la Argentina frente al despojo territorial sufrido y la intransigencia británica a resolver pacíficamente la disputa.

Timerman destacó además que una multiplicidad de organismos alzaron su voz unánime en apoyo a la Argentina, en particular la CELAC, la UNASUR, el MERCOSUR, quienes congruentes con la interpretación de que las islas están siendo ocupadas ilegalmente, han adoptado medidas para contrarrestar la explotación ilegal por parte del Reino Unido de los recursos del Atlántico Sur que pertenecen a la Argentina.

El ministro argentino enfatizó que la Argentina recibió junto a América del Sur, el respaldo de las Naciones Africanas y los Países Árabes, y subrayó que de esta manera queda en evidencia que este anacrónico conflicto colonial y la usurpación de los territorios no solamente ofende a la Argentina sino a toda la región, que reconoce la causa como propia.

Al referirse a la realización por parte de la potencia colonial de un llamado referéndum de libre determinación, Timerman señaló que, en verdad, se trató de una consulta ajena a las Naciones Unidas, dirigida a que un puñado de ciudadanos británicos afirme que quiere que el territorio que fue ocupado militarmente siga manteniendo su status colonial.

Del mismo modo, el diplomático recordó que la Asamblea General de las Naciones Unidas expresamente rechazó, en dos oportunidades en 1985, propuestas británicas para incorporar el principio de libre determinación en el proyecto de resolución sobre la Cuestión de las Islas Malvinas.

Timerman puso también en evidencia el doble estándar británico, para quien poca importancia tuvo la libre determinación en el caso del archipiélago de Chagos, de donde desarraigó forzosamente a sus habitantes nativos, privándolos, aún hoy, de su derecho a retornar a sus tierras.

El Gobierno británico tampoco consultó a los habitantes de Hong Kong cuando restituyó dicho territorio a su legítimo titular, la República Popular China, recordó el canciller argentino, quien enfatizó la disposición argentina a sentarse a la mesa de negociaciones.

«La disputa de soberanía respecto de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes no es sólo una controversia de naturaleza bilateral entre la Argentina y el Reino Unido, es una causa de interés permanente para nuestro continente, tal como establece la Declaración que hoy adoptamos”, finalizó Timerman.