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El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, mantuvo una reunión con los intendentes de los municipios de la Costa en la que definieron, en forma conjunta y por el momento, no adoptar medidas restrictivas debido al aumento de casos de coronavirus. Juan José Fioramonti participó del encuentro en forma virtual.

La decisión se tomó luego de dos horas de reunión en la que todos los presentes coincidieron en aumentar los controles en la calle, las playas y los locales gastronómicos, y hacer cumplir en una forma más estricta los protocolos vigentes que se diseñaron en los meses previos al comienzo de la temporada.

“Hoy no estamos en una situación de emergencia. No queremos que se contagie todo el mundo hasta que se ocupen las camas. Hay que evitar los contagios. Hay que fortalecer los controles y pedir a la población que vuelva a cuidarse como lo hacía en los peores momentos. Estamos llegando a una situación que puede volverse crítica”, explicó Kicillof en una conferencia de prensa posterior a la reunión.

Desde el gobierno provincial admitieron que aún “hay margen” para revertir la situación sanitaria y que para que eso ocurra, debe cambiar el comportamiento de la gente. Por eso harán mayor hincapié en la comunicación y la prevención. Son llamados de atención, señales de alerta que necesitan que la gente decodifique con precisión.

Pero, en paralelo, aceptan que la decisión de no tomar medidas restrictivas puede cambiar la próxima semana. “Todo es muy dinámico”, repiten. La semana entrante recién empezarán a ver en la curva de contagios el impacto de las reuniones que hubo durante las fiestas de fin de año.

El Gobernador va a esperar a tener la reunión con Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta, que será antes del fin de semana, para hacer una evaluación conjunta sobre lo que está sucediendo en el AMBA y, a partir de ahí, evaluar una medida restrictiva.

La decisión de aumentar los controles, sobre todo durante la noche, está vinculada a poder evitar medidas restrictivas más drásticas. El mayor problema que tienen los intendentes son las reuniones privadas. El objetivo es monitorearlas más de cerca para poder evitarlas.

La reunión tuvo momentos de tensión debido al intercambio de pareceres sobre cómo continuar con la temporada. El contrapunto principal fue entre los representantes del Gobierno y los intendentes Guillermo Montenegro y Martín Yeza, ambos de Juntos por el Cambio.

“No quieren tomar medidas pero tampoco proponen nada. Y aceptan que le está costando llevar adelante los controles”, indicó a Infobae un funcionario de Ejecutivo bonaerense, que también explicó que “los test PCR que propuso Montenegro ya sabemos no dan resultados”. Además, sostuvieron que los casos en Mar del Plata y Pinamar están aumentando cada semana.

En una entrevista con Infobae, el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, sentó una postura. “No veo posible generar algún tipo de cierre violento y terminar la temporada de verano. No creo que se pueda cerrar ninguna actividad. Pero no es que no se pueda, creo que no se debería. Hay muchas alternativas previas para llegar al cierre”, explicó.