movil policial 3El homicidio fue en el jardín de su casa de la ciudad bonaerense de Villa Gesell y la policía investiga si se trató de una venganza por problemas personales o de un intento de robo.

Los policías no encontraron faltantes ni evidencias de que alguien haya querido forzar el ingreso a la casa para robar, por lo que la principal hipótesis con la que trabajaban era que la mujer, identificada como Cynthia Beatriz Filippone (40), fue atacada por alguna persona conocida que se escondió en su jardín para agredirla.

Tanto una vecina como el hermano de la mujer dijeron a la Policía que Filippone solía mantener fuertes discusiones con el hijo de su pareja, un joven de 22 años con problemas psiquiátricos que vive en una propiedad adyacente, aunque los pesquisas corroboraron que no se encontraba en el lugar en el momento del crimen.

Durante el ataque los dos hijos de la artesana, de 6 y 9 años, se encontraban en el interior de la casa  y la vieron entrar mortalmente herida, por lo que llamaron a la pareja de su madre para alertarla de lo sucedido.

El hecho se registró el lunes alrededor de las 19:00, en una vivienda ubicada en el cruce de 111 y 6, en la que la víctima, quien se dedicaba a la confección y venta de artesanías, vivía con sus dos hijos y su concubino, Daniel Hernández (46).

Tras recibir un llamado al servicio de emergencia 911, personal de la comisaría local arribó a la casa y encontró a la mujer, ya fallecida en el suelo, rodeada por un charco de sangre y a sus dos hijos visiblemente alterados por la situación.

De acuerdo con lo que pudieron reconstruir por el relato de los niños, los investigadores supieron que ellos se encontraban en el interior de la casa cuando escucharon unos gritos provenientes del exterior y a continuación vieron a su madre entrar corriendo desde el patio, tomándose del cuello.

Los chicos dijeron a la Policía que Filippone apenas alcanzó a decirle a su hijo mayor que cerrara la puerta con llave y que llamara a «Dani», su pareja, luego de lo cual se desplomó.

El chico relató que llamó a su padrastro, quien a su vez se comunicó con la Policía, y que en el lapso transcurrido hasta que llegaron los efectivos de la seccional local nadie intentó ingresar a la casa.

Los pesquisas constataron rápidamente que nadie había forzado el ingreso al lugar, por lo que trabajaban hoy la hipótesis de que alguien esperó a la artesana en el patio trasero de la casa con la única intención de atacarla.

«Estaría escondido para sorprenderla», dijo una fuente de la investigación, quien agregó que el agresor sacó provecho del lugar en que la atacó, donde «no hay visión desde la calle porque hay una ligustrina alta».

Los peritos tanatólogos que anoche efectuaron la autopsia de la víctima determinaron que Filippone presentaba un puntazo en la cara, a la altura de la mandíbula, y otro en el cuello que le provocó la pérdida de gran cantidad de sangre.

Debajo de una de sus uñas, además, los forenses encontraron un cabello que podría habérsele adherido al intentar defenderse y que presumen puede pertenecer al asesino.

En tanto, las autoridades entrevistaron esta mañana a vecinos de la zona, con la intención de averiguar si alguno de ellos pudo haber visto u oído algo de utilidad para la causa y buscaban pistas en las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en los alrededores.

Los informantes aseguraron que, hasta el momento, esas imágenes constatan que el hijastro de la víctima se encontraba en otro lugar a la hora del ataque, aunque aún necesitan ratificarlo.

Es que, según un hermano de una artesana y otra testigo que declaró en la causa, ella mantenía una tensa relación con el joven, que está medicado por un tratamiento psiquiátrico.

A través de familiares y allegados, los investigadores confirmaron además que la mujer no mantenía conflictos personales con otras personas, a excepción de su ex marido y padre de sus hijos, aunque el hombre vive en la ciudad entrerriana de Concordia y recién hoy viajaba desde allí hacia Villa Gesell.