El aislamiento obligatorio en todo el país por la pandemia del coronavirus suspendió en mayor medida los vínculos entre familias y amigos: las cárceles no están exentas de esto. Los presos decidieron suspender las visitas de sus seres queridos para no ponerlos ni ponerse en riesgo en la propagación del virus. Pero para no romper ese vínculo, la Justicia comenzó a autorizar a que los internos usen celulares, algo que está prohibido históricamente en prisión, con un contrabando que llegó a más de 53 mil aparatos incautados en las cárceles bonaerenses entre 2017 y 2018 según números oficiales.

Según el relevamiento que hizo Infobae en los fallos judiciales a los que accedió hasta ahora se permitió el uso de celulares en 69 cárceles. Son todas las de la provincia de Buenos Aires, Mendoza y Chubut. El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) es el que tiene la mayor cantidad de presos en cárceles, con 45 mil internos. Allí el SPB habilitó el uso de videoconferencias en 15 unidades entre detenidos y familiares que por la distancia o problemas de salud hace mucho tiempo que no tienen contacto.

Las cárceles en las que se permitió el uso de teléfono son las 57 de la provincia de Buenos Aires, las 11 de Mendonza y la única que hay en Chubut, donde la medida se extendió a las dos alcaldías que tiene.

Las decisiones fueron tomadas por jueces de esas provincias. En Buenos Aires, varios magistrados lo habían permitido en cárceles de sus jurisdicciones pero esta tarde la Cámara de Casación Penal bonaerense lo extendió a todas las cárceles de la provincia.