El titular del PAMI, Carlos Regazzoni, denunció el saqueo de los recursos destinados a los jubilados. Entre otras irregularidades, hallaron 16 mil sillas de ruedas abandonadas en un galpón.
Dinero para medicamentos que nunca llegaban, sillas de ruedas abandonadas y hasta clínicas fantasma forman parte del desolador panorama que el macrismo dice que encontró en el PAMI al llegar al Gobierno.
El nuevo director de la entidad, Carlos Regazzoni, explicó que la obra social de los jubilados «no fue una isla en la Argentina de Lázaro Báez» y denunció que «durante 10 años se montó una estructura de robo sistemático al PAMI”.
El funcionario macrista aseguró haber encontrado en los últimos meses «casos de corrupción gravísimos» que ya fueron presentados a la Justicia. Su antecesor, el kirchnerista Luciano Di Cesare, no puede alegar que las desconociera. «Hubo auditorías que denunciaban estas irregularidades que fueron ignoradas», dijo Regazzoni.
En este contexto, aseguró que «a lo largo de los últimos diez años, las personas jubiladas de los sectores más pobres del país son las menos favorecidas», y apuntó que durante ese período «la tasa de mortalidad fue inaceptablemente alta». «Tres millones de personas fueron las más abandonadas», precisó.
Regazzoni también dijo: «Descubrimos dos clínicas fantasma que le facturaban al PAMI $25 millones por internaciones que no hacían, durante 10 años se montó una estructura de robo sistemático».
Por último, declaró que el kirchnerismo contrató falsamente auditorías millonarias para desviar el dinero: «Se usaba el control para robar».