La Conmebol le dio por ganado el Superclásico a River, que pasó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, y a Boca se le aplicó una sanción inferior a lo que la mayoría especulaba. El presidente Xeneize, Daniel Angelici, anticipó que apelará el fallo.
Además de la eliminación en la actual versión de la Libertadores, a Boca se lo castigó con cuatro partidos continentales a puertas cerradas como local y a otros cuatro en el mismo ámbito en los que se prohibirá la asistencia de la parcialidad xeneize. Desde el punto de vista económico, Boca también deberá abonar una multa de u$s200 mil.
River recibirá el jueves próximo a Cruzeiro en el Monumental, en juego de ida por los cuartos de final de la Copa y una semana después se realizará el desquite en el Mineirao.
Lo que consiguió la representación de Boca, tras más de siete horas de defender su posición en la sede de la Conmebol en Paraguay, fue reducir la dureza de la penalización, puesto que se evaluaba un año de suspensión para competir en el ámbito continental y dos años de imposibilidad de utilizar La Bombonera en partidos regidos por en el ente sudamericano.
Lo que se le tornó imposible a quienes defendieron los intereses Xeneizes, entre ellos Angelici y el secretario César Martucci, fue lograr que se jugara el segundo tiempo del Superclásico suspendido el jueves. «Vamos a hacer la apelación correspondiente. Creo que los partidos se ganan en el campo de juego y no en el tribunal», adelantó Angelici, cuando dejaba la sede de la entidad que rige al fútbol sudamericano.
En un primer momento ya se le había escuchado decir a la máxima autoridad boquense su desacuerdo. «No estoy de acuerdo con el fallo de la Conmebol, debería haberse jugado los cuarenta y cinco minutos restantes», había afirmado Angelici tras conocerse el fallo por los incidentes en La Bombonera.
La importancia de los atenuantes presentados por la dirigencia boquense para evitar un castigo superior fue reconocida por un miembro del comité disciplinario de la Conmebol, el vicepresidente de la comisión disciplinaria, el uruguayo Adrián Leiza Zunino, quien afirmó que el club denunció a la Justicia argentina a los autores del delito que forzó la suspensión.
«A la hora de decidir, hubo un atenuante en la sanción porque Boca hizo una denuncia a la Justicia argentina. Mostró voluntad para que se detenga al culpable y tenga una sanción penal», precisó Leiza Zunino. Y subrayó: «Si no hubiera habido ese atenuante, a Boca se lo podría haber castigado con una suspensión para (futuros) torneos internaciones».