PROVINCIA- En un recinto colmado, el gobernador Axel Kicillof asumió como gobernador de la provincia de Buenos Aires al prestar juramento ante la vicegobernadora, Verónica Magario, y el pleno de la Asamblea Legislativa. Kicillof recibió los atributos de mando de la gobernadora saliente, María Eugenia Vidal, a pesar de que su mandato finalizó el martes y por unas horas la senadora Teresa García –quien presidió la Asamblea- fue la gobernadora interina.

El mandatario estuvo secundado por el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín –quien estuvo acompañado por su pareja, la diputada nacional Daniela Vilar-, y los secretarios Legislativos de ambas cámaras. Además, el presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, participaron de la asunción desde el palco principal junto a la esposa y los hijos de Kicillof. Estuvieron, además, miembros de su futuro gabinete y del gabinete provincial saliente, legisladores nacionales, intendentes, dirigentes sindicales, la cúpula de la CGT y el Partido Justicialista, entre otros.

El flamante gobernador dirigió su primer discurso como máximo mandatario provincial a los diputados y senadores que conforman la Legislatura y al pueblo bonaerense con fuertes definiciones. Comenzó su presentación asegurando: “Vengo a comprometerme ante ustedes a trabajar sin descanso y con honestidad para reconstruir la provincia de Buenos Aires. Para recuperar los derechos perdidos pero también para transformar a fondo su estructura”. Luego, puso de relieve “la situación tremendamente convulsionada que está viviendo la región y el mundo” y ponderó el aprendizaje de la sociedad argentina “que nos trajo hasta aquí de manera democrática y pacífica”.

El mandatario criticó duramente el plan económico del gobierno saliente, realizando una radiografía en la que presentó «estadísticas dramáticas», y sobre las que destacó enfáticamente: «No son números. Son personas, hombres, mujeres, niños, trabajadores, empresarios, comerciantes, productores agropecuarios pequeños y medianos». En ese sentido, consideró a que «la Provincia no hizo siquiera lo que podía hacer» en este contexto de crisis nacional y que “la cifra que nos dejan en la caja no alcanza para cubrir las obligaciones básicas”.

Kicillof habló de una provincia “en emergencia” en lo financiero, en su deuda, en la situación del Banco Provincia, en salud y en educación. En este marco, resaltó que se trata de una situación de emergencia “porque tenemos necesidades urgentes e imperiosas” y demandó la colaboración de todos los sectores: “Como están las cosas entre la Legislatura y el gobierno vamos a tener que afrontar estas situaciones. Espero el apoyo y la compresión de todos ustedes, y sobre todo de los y las bonaerenses» dijo, poniendo sobre aviso del próximo envío de los proyectos correspondientes.

También se refirió a los gobiernos locales al tiempo que destacó la labor de “los intendentes que le pusieron el cuerpo y la militancia a las dificultades, y eso impidió que la situación fuera peor. Queremos contar con su capacidad, venimos a gobernar con todos y cada uno de los municipios y no desde el centro” se comprometió.

En este marco, definió cuál será el perfil de esta nueva etapa, asegurando que el programa económico va a beneficiar a los más postergados y que «la mejor política para terminar con las necesidades, con la vulnerabilidad; con el hambre es dar trabajo”. Luego de recordar el fallo de judicial que plantea la razonabilidad de las tarifas, aseguró que «si una tarifa no puede ser pagada por un jubilado no es tarifa, es saqueo» y anunció la suspensión del aumento de luz autorizado por Vidal tras las elecciones y que comenzaría a regir en enero.

Sobre el proyecto de Presupuesto, al que calificó de “ciencia ficción”, anunció que esperará la definición del nacional antes de enviar el propio, y pidió el acompañamiento de la Legislatura para encontrar los instrumentos que permitan afrontar la emergencia.

En el ámbito educativo planteó 600 obras urgentes para poder comenzar el próximo ciclo lectivo y, luego de homenajear a Sandra y Rubén los trabajadores de la educación fallecidos en una escuela de Moreno, se posicionó: “No esperen ver a un gobernador que ataque a los maestros, hay que defender a la escuela pública, la universidad, la ciencia, la investigación”.

También anunció un programa de emergencia Pyme, para las que centralizará la atención en un único canal pero brindará respuesta con diferentes instrumentos. “Queremos detener la hemorragia para que no cierren más empresas y que no se pierdan más fuentes de trabajo”.

También se refirió al conflicto que atraviesa el Servicio Penitenciario, con 9 mil detenidos en huelga de hambre, y sostuvo como prioridad asegurar las cuestiones básicas, que hoy no están cubiertas, para seguir trabajando en la resolución de las cuestiones estructurales.

Finalmente, anunció que enviará una nueva Ley de Ministerios, sobre la que adelantó que habrá una compresión de la estructura provincial, aunque informó que creará el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad Sexual.