Luego del partido más importante de los últimos 13 años de existencia de Racing Club y consumado el objetivo del equipo de coronarse campeón del torneo local después de su última y recordada alegría en el Torneo Apertura 2001, los hinchas loberenses salieron a la calle a festejar.
Se dieron cita en el centro de la ciudad, en la intersección de las cuatro avenidas donde está emplazado el monumento a Bartolomé Mitre. Con globos, banderas, camisetas, entonando cánticos racinguistas y saltando, los más jóvenes rodearon el monumento durante un buen rato y lo vistieron de celeste y blanco.