Los casos de coronavirus se incrementan día a día y la situación epidemiológica se recrudece minuto a minuto en Mar del Plata. Hoy apenas quedan alrededor de 12 camas de cuidados intensivos disponibles entre el sector público y privado. El colapso sanitario es inminente al punto que la ciudad se encamina a la encrucijada de tener que elegir a qué pacientes asistir y a quiénes no.
Ralph Vargas Martínez, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Interzonal General de Agudos (Higa), aseguró que la ocupación de camas a la fecha está prácticamente saturada, tal como ya ocurrió en algunas instituciones. «Hace diez días alertábamos que teníamos una ocupación del 80%. Esto desgraciadamente es dinámico y en estos momentos tenemos una ocupación del 90%. Si el panorama ya era preocupante, ahora lo es mucho más», razonó.
El médico intensivista aseguró que «el gran problema» es el recurso humano disponible, más allá de la cantidad de camas, monitores, respiradores e infraestructura. «Aunque tengamos camas, no tenemos gente para atender. El personal ya era insuficiente y ahora es más aún. Esto nos lleva a plantearnos seriamente ante qué situación va a estar el sistema sanitario, pero en general los intensisvistas», sostuvo a la vez que especificó que entre aislados por prevención o infección, el 40% de los trabajadores de la salud están afectados por el avance de la pandemia en General Pueyrredon.
«Las proyecciones que manejamos es que en dos o tres semanas el número de pacientes se va a incrementar. Tenemos mucho temor que se repita esto que se dio en otros lugares del país donde ya no hay capacidad. No queremos llegar a la tremenda instancia, a la cuál ya estamos llegando, de tener que elegir a qué pacientes conectamos a un respirador y a quiénes no. Estamos llegando a ese punto», alertó en diálogo con 0223 Radio.
Ante el inminente colapso sanitario, Vargas Martínez llamó a la población a extremar los cuidados. «Los pacientes en terapia intensiva tienen una internación muy prolongada. Una persona que entra ocupa una cama por 20 días. Sí o sí necesitamos tiempo para que ese paciente se mejore, salga de terapia y libere la cama. A eso apuntamos cuando pedimos extremar los recaudos. Entendemos el hartazgo y la crisis económica, pero nosotros tenemos la obligación de alertar sobre esto», indicó.
«Estamos agotados, estamos cansados. Nuestros compañeros van cayendo uno tras otro. Esto impacta en varias instituciones a la vez porque trabajamos en más de una. Los médicos no podemos hacerlo solo. Necesitamos que nos acompañen y nos cuiden para que podamos seguir brindando la calidad de atención que nuestra población se merece», manifestó.
«Renegamos cuando vemos tanta gente inconsciente con un barbijo mal colocado, cuando hacen fiestas clandestinas. Nos da mucha bronca esa irresponsabilidad», reconoció el médico intensivista, de 32 años de servicio. «Nunca vi nada igual», sintetizó al finalizar.
Fuente: 0223.com.ar