ramon diazAunque parezca increíble, el entrenador más ganador de la historia de River renunció a su cargo después de reunirse durante un lapso de media hora con los principales dirigentes de la institución para delinear los pasos a seguir en el futuro. El riojano tomó la decisión de dar un paso al costado de forma indeclinable.

Aunque todavía no trascendieron mayores detalles sobre su postura, siempre fue pública la preferencia de Rodolfo D’Onofrio y el resto de la Comisión Directiva por un cambio de timón en el banco de los suplentes. La noticia dejó perplejos a hinchas y jugadores… ¿Quién será el sucesor?

Ramón Díaz tomó la decisión indeclinable de renunciar al cargo y se marchó nuevamente de River con el título de campeón, tal como hubiera sucedido en 2002 bajo el mandato presidencial de José María Aguilar. En el marco de una reunión con autoridades de la institución y representantes de la comisión de Fútbol Profesional, el riojano comentó que no estaba de acuerdo con los pasos a seguir desde el próximo semestre y comunicó su intención de abandonar el banco de suplentes de la entidad de Núñez.

Aunque el «Millonario transitaba un buen presente por la reciente obtención del Torneo Final y la consagración en la Superfinal frente a San Lorenzo, otro «cortocircuito» tomó protagonismo esta tarde con la conducción del club, que siempre tuvo predilección por otros técnicos.

Después de soportar ásperas declaraciones de Rodolfo D’Onofrio, Norberto Alonso, Enzo Francescoli y otros directivos, el «matrimonio por conveniencia» llegó a su fin en un momento inesperado para hinchas y jugadores.

Si bien el encuentro con los miembros de la CD duró aproximadamente media hora, en el arranque del mismo Ramón expresó su parecer con absoluta firmeza y no hubo manera de volver atrás. Completamente convencido tras meditar la resolución con su círculo íntimo, el DT se bajó del barco apenas cuatro días antes del Superclásico ante Boca en México y en plenas conversaciones para delinear el plantel que afrontará la Copa Sudamericana, el Torneo Inicial, la Copa Argentina y la Supercopa.

Más allá de la tormentosa relación con D’Onofrio y compañía, Ramón se habría mostrado a disgusto por la necesidad de vender a varias de las principales figuras del equipo, como consecuencia de la necesidad de equilibrar las finanzas con el ingreso de 110 ó 120 millones de pesos, según las declaraciones del vicepresidente primero, Jorge Brito. Al mismo tiempo, el poco efectivo para contratar refuerzos de jerarquía y reemplazar a las posibles idas fue otro desencadenante de la abrupta determinación.

En desacuerdo con las condiciones impuestas por la directiva, Ramón sorprendió a propios y extraños con una salida que nadie tenía prevista. Aunque antes de las elecciones había firmado la extensión del contrato por dos años más y aceptó percibir el mismo salario cuando Daniel Passarella le prometió mejoras económicas, el más ganador de la historia explotó ante tantas trabas en su camino y se fue. Con la frente en alto, el título bajo el brazo, la gloria para siempre y fiel a su estilo.