Durante una entrevista en “El Ángel de la Medianoche”, el programa que conduce Baby Etchecopar, la actriz Haydée Padilla reveló –pensando que estaba fuera de aire- que en 1976 adoptó a una hija de manera “ilegal”.
“Era ochomesina, ella no quiso saber nunca si era de desaparecidos. Nada. Yo en realidad la puse en mi libreta, listo. Es algo ilegal”, deslizó la mujer, que se desfiguró cuando Echecopar le confirmó que sus declaraciones estaban saliendo en vivo porque ya habían vuelto de la tanda publicitaria.
Según contó, su hija vive en Mar del Plata y se llama María Laura De Cecco, por su padre fallecido Sergio De Cecco.
Tras la confesión, Padilla contó cómo su hija llegó al hogar: “Yo había pedido adoptar, porque tenía pérdidas. Pedí en las iglesias y en todos lados que cuando llegue una nenita, me avisaran que yo la adoptaba. Y un día estaba por ir a ensayar El Gran Deschave y sonaba el teléfono. Cuando atiendo, me dicen que hay una nenita en un hospital, que había nacido hace tres horas y me dijeron algo que me indignó: ‘mire que es morochita, eh’. Esperé a que viniera, De Cecco la fue a buscar. Era ochomesina, ella no quiso saber nunca si era de desaparecidos”, aseguró la mujer.
Se supo que María Laura De Cecco está dispuesta a hacerse un ADN para establecer si sus padres biológicos son personas desaparecidas forzadamente en la década del ’70. Trascendió hoy, tras la reacción de organismos de derechos humanos ante la confesión sobre la adopción ilegal.
La titular de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró este jueves indispensable la actuación de la Justicia en el caso y recordó que se trata de «un delito de lesa humanidad».
Mientras tanto la diputada nacional Victoria Donda resaltó la diferencia entre «adopción ilegal» y «apropiación», puntualizando que «la adopción implica que un juez decida darle la tenencia de un niño a un matrimonio y en ocasiones, por la desesperación de adoptar un hijo, hay gente que no hace los trámites de adopción».
«Para quitarse la duda hay que cotejar con aquellas familias que están buscando a los hijos de desaparecidos», añadió.
La confesión pública involuntaria de Padilla: