El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Matías De Velazco, aseguró que hay más de 8,5 millones de hectáreas afectadas por las inundaciones en la zona pampeana, y advirtió que la situación “es complicadísima”.
“Hasta la semana pasada, previo a las lluvias del fin de semana, estábamos hablando de 8 millones y medio de hectáreas afectadas. Las precipitaciones agravaron la situación, que de por sí era complicadísima, llovió en casi toda la provincia de Buenos Aires. El sector agropecuario está muy complicado y, por ende, todas las localidades del interior”, afirmó.
En declaraciones a radio Belgrano, el empresario explicó que la causa principal del problema es la falta de obras “de los últimos 40 o 50 años, lo que excede a que sea un problema de cualquier signo político”.
“Las napas están muy arriba y los suelos no absorben más agua. Toda precipitación que se produzca la única manera de evacuarla es vía evaporación o dirigir el agua a zonas más bajas”, explicó.
El ruralista, no dio ayer un panorama alentador para la siembra de gruesa (soja, maíz y girasol), prevista para los meses de octubre, noviembre y hasta diciembre. “Está en riesgo ahora y hay que empezar a olvidarse de cosecha récord”, detalló.
El dirigente afirmó que “la situación es más grave que la de las últimas inundaciones, porque gran parte del suelo está en saturación. Las napas están tan altas que no le entra un milímetro más de agua al suelo. Encima estamos entrando en la primavera, que es una estación lluviosa”.
“Gran parte del trigo y la cebada no se pudieron sembrar por la inundación, y estamos a un mes de iniciar la siembra de soja y maíz. Por eso desde Carbap hablamos de un piso de pérdida de US$ 1.500 millones en Buenos Aires y La Pampa”, remarcó, al tiempo que consideró que “el productor está agobiado, en muchos casos con los brazos caídos. Hay algunos que han pasado varias inundaciones y no tienen ya esperanzas de que esto vaya a cambiar”.