Argentine President Cristina Fernandez dLa presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo estar «convencida» de que la muerte de Alberto Nisman «no fue suicidio», al plantear una serie de interrogantes sobre su deceso, y afirmó que la denuncia que presentó contra su persona el fallecido fiscal especial de la causa AMIA «se derrumba y constituye un verdadero escándalo político y jurídico». Tras la expresión de la mandataria el Gobierno cosechó crtíticas por haber planteado en primer momento que el fiscal se había suicidado.

En una carta que lleva el título «Amia y la denuncia del fiscal Nisman», y con la bajada: «Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio», Cristina hizo pública esta mañana en las redes sociales su postura sobre la muerte del fiscal y la denuncia en la que imputaba junto al canciller Héctor Timerman y a dirigentes sociales y políticos por el Memorándum de Entendimiento con Irán.

«La denuncia del Fiscal Nisman nunca fue en sí¬ misma la verdadera operación contra el Gobierno. Se derrumbaba a poco de andar. Nisman no lo sabí¬a y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del Fiscal después de acusar a la Presidenta, a su Canciller y al Secretario General de La Cámpora de ser encubridores de los iraní¬es acusados por el atentado terrorista de la AMIA», afirmó la Presidenta al analizar tramos de la denuncia que anteayer hizo pública la Corte Suprema de Justicia en su página web.

En esa línea, Cristina planteó «nuevos interrogantes» sobre la muerte de Nisman y aludió a su carta abierta del 19 de enero -aún sin conocerse el texto completo de la denuncia- donde había escrito: «¿Suicidio?».

«¿Por qué se iba a suicidar alguien que en su chat explica que la tenía pensada (presentar la denuncia) hace tiempo pero que la había tenido que adelantar? ¿Tal vez lo hicieron venir por lo ocurrido en Francia? ¿O estaba pensada para la campaña presidencial? ¿O tal vez se adelantó por los cambios efectuados en la Secretaría de Inteligencia?», interroga en la extensa carta de hoy.

«¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18.27 le envió una foto a un Wolff, miembro de la DAIA, de una imagen de su escritorio donde se ven papeles y resaltadores y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del lunes en Diputados?», continúa la Presidenta acompañando la fotografía tomada por Nisman.

También cuestionó que Nisman haya pedido un arma prestada a su colaborador Daniel Lagomarsino cuando «tiene registradas dos armas a su nombre en el RENAR», y sugirió que se le otorgue «mucha protección» al asesor informático, a la vez que criticó «el ingreso al lugar donde estaba el cuerpo de Nisman a un médico privado de una obra social antes de dar cuenta al juez».

En otro párrafo se refirió a la jueza interviniente, Fabiana Emma Palmaghini, cuyas publicaciones en las redes sociales -dijo- «son de neto corte opositor hacia el Gobierno y hasta ofensivas hacia la figura presidencial» y subrayó que «lo que más me inquieta es que es la misma jueza que trató la causa del ‘suicidio’ de Lourdes Di Natale, ex secretaria de Emir Yoma, quien lo denunció por pago de coimas y fue una figura clave en la venta ilegal de armas. La causa se cerró y Lourdes sigue ‘suicidada'», recordó.

«Hoy no tengo pruebas pero tampoco tengo dudas. Había que traer(lo) urgente al país para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia. Nisman mismo lo expresa en su chat cuando dice que no lo imaginaba tan pronto, refiriéndose a lo que venía a hacer en su retorno imprevisto», aseguró Cristina.

Y agregó: «El estrépito de la denuncia, sumado al marco internacional por lo sucedido en Francia, que aún sin pruebas ni sustento, plagada de información ‘plantada’ quedaba sepultada por la muerte del fiscal. Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio».

En la carta, Cristina reiteró su postura al señalar que «al Fiscal Nisman no lo hacen volver sólo para denunciar algo que sabían no tenía sustento y que no podía perdurar…..Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible», dijo al referirse a un título de una columna periodística que consignaba: «Quisieron usar vivo a Nisman y ahora lo usarán muerto».

En cuanto a la denuncia que el miércoles presentó el fiscal fallecido ante el juzgado de María Servini de Cubría, y que se conoció en forma completa el pasado martes, la jefa de Estado dijo que «no hizo más que confirmar mis peores sospechas».

Asimismo, se hizo eco del titular del diario Buenos Aires Herald cuyo título fue «Nada nuevo» y aseguró que al fiscal «‘le plantaron’ información falsa» y recordó que «los presuntos agentes de inteligencia que Nisman identificaba como miembros de una ‘SIDE paralela» en conexión ‘directa’ con la Presidenta, Ramón Bogado y Héctor Yrimia, NUNCA habían pertenecido a la Secretaría de Inteligencia».

Cristina también se refirió al ex director General de Operaciones Antonio Stiusso, separado en diciembre por el nuevo director de la SI, Oscar Parrilli, de quien Nisman dijo en un reportaje en TN que «hacía todo lo que yo le pedía» y le suministraba información para la causa del atentado a la AMIA.

«Si Stiusso era el que le daba toda la información que Nisman pedía y tenía, es más que evidente que fue el propio Stiusso el que le dijo (¿o le escribió?) que Bogado e Yrimia eran agentes de inteligencia. ¿Es posible que se haya olvidado que él mismo lo había denunciado en noviembre del año pasado y se había iniciado causa judicial?», interrogó la Presidenta.

«Si entonces todo es falso. Si los agentes no son agentes. Si Interpol, en la persona de su ex jefe Ronald Noble, demolió la acusación sobre las alertas rojas afirmando que lo que decí¬a Nisman era falso. Si el comercio con Irán decrece en vez de aumentar luego del Memorándum. Si los que venden granos no son ni la Presidenta, ni el Canciller, ni el Secretario General de La Cámpora, sino en forma privada y sin intervención del Estado, entre otras, las firmas: Bunge, Cargill, Nidera, Oleaginosa Moreno de la firma suiza Glencore, Aceitera General Deheza, Molinos Rio de La Plata, Vicentin, inclusive el Sr. Jorge Aranda directivo de Clarí¬n, quién triangula operaciones de venta de arroz a Irán a través de la firma Molinos Libres SA», se preguntó.

Remarcó que el Gobierno «nunca compró petróleo a Irán» y planteó sus dudas por el «supuesto agente iraní¬ Jorge Alejandro Khalil», mencionado en la denuncia por sus vinculaciones políticas con el PRO.

«Resulta extraño que quien profesa con tanto fervor la fe islámica, lo cual merece mi mayor respeto, y es un incondicional defensor de la República Islámica Irán, algo completamente legal en Argentina, se asocie con dirigentes de un partido manifiestamente anti-iraní¬. Porque si bien los parientes no se eligen, los socios comerciales sí», aseguró¬.

Finalmente, sobre Khalil dijo también «llamarle la atención» que quienes asesoraban a Nisman en la investigación «se hayan interesado únicamente en escuchar telefónicamente a Khalil cuando hablaba con determinadas personas», como figura en la denuncia y que «tampoco investigó al ciudadano Jorge Alejandro Khalil».